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Boston reafirma su estatus de ciudad santuario bajo el liderazgo de Wu

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​Boston, una urbe con una profunda historia de resistencia y la lucha por la libertad, se posiciona nuevamente en el corazón de un debate nacional sobre políticas migratorias. La actual alcaldesa, Michelle Wu, se ha destacado como una fuerte defensora de los derechos de los inmigrantes, oponiéndose a las propuestas de deportación masiva del gobierno federal y reafirmando el compromiso de la ciudad como un refugio seguro para todos sus habitantes.​

Wu, hija de inmigrantes taiwaneses, asumió el cargo en 2021 con la promesa de hacer de Boston «un hogar para todos». Desde entonces, ha implementado políticas que limitan la cooperación de las autoridades locales con las agencias federales de inmigración, alineándose con el estatus de «ciudad santuario» que la ciudad ha mantenido durante años. Esta postura busca garantizar que los residentes, independientemente de su estatus migratorio, puedan acceder a servicios esenciales sin temor a represalias o deportación.​

La postura de Wu ha enfrentado un desafío últimamente debido a las amenazas del gobierno central de cortar fondos a las ciudades que no apoyen las políticas de inmigración. En reacción, Wu ha respaldado con determinación la autodeterminación de Boston para resguardar a sus habitantes y ha optado por no involucrarse en acciones de deportación que provoquen temor y desconfianza en la comunidad. Ha subrayado que la seguridad ciudadana se pone en riesgo cuando los habitantes se sienten intimidados para comunicarse con las autoridades por su situación migratoria.

Un incidente que resaltó la tensión entre las autoridades locales y federales fue la detención en plena calle de Rümeysa Öztürk, una estudiante turca de doctorado en la Universidad de Tufts. Su arresto, realizado por agentes de inmigración sin una orden judicial visible, generó indignación y temor en la comunidad. Este evento llevó a manifestaciones frente al edificio federal JFK de Boston, donde los asistentes corearon: «Si vienes por uno, vienes por todos. Libera a Rümeysa y nos liberas a todos».​

Durante su intervención anual sobre la situación de la ciudad, Wu se refirió de forma directa a la disputa con el gobierno federal, mencionando la histórica resistencia de Boston frente a la opresión. Afirmó: «Si atacas a uno, nos enfrentas a todos». Esta afirmación destaca el espíritu irreductible de la ciudad y su dedicación a la unidad y la justicia social.

La postura de Boston ha atraído críticas de figuras políticas que acusan a la ciudad de proteger a criminales y poner en riesgo a la comunidad. Sin embargo, líderes locales y defensores de los derechos civiles argumentan que las políticas de la ciudad mejoran la seguridad pública al fomentar la confianza entre la comunidad inmigrante y las autoridades, lo que facilita la cooperación en la prevención y resolución de delitos.

La gestión de Wu ha destacado que los recursos escasos de la urbe deben enfocarse en tratar crímenes serios y no en la ejecución de leyes federales de inmigración. Esta visión ha dado lugar a la creación de iniciativas que fomentan la inclusión y el bienestar de los inmigrantes, reconociendo su aportación esencial a la economía y cultura de Boston.

La oposición de Boston también abarca acciones judiciales. Municipios como Chelsea y Somerville han entablado pleitos contra el gobierno federal, cuestionando las amenazas de disminución de fondos por sus políticas de santuario. Estas iniciativas legales intentan resguardar los recursos fundamentales que benefician a todas las comunidades, sin importar su composición demográfica.

A nivel estatal, la gobernadora de Massachusetts ha respaldado la postura de Boston, comprometiéndose a utilizar «todas las herramientas disponibles» para proteger a los residentes y asegurando que la policía estatal no participará en las operaciones de inmigración propuestas por el gobierno federal. Esta unidad entre líderes locales y estatales refuerza el compromiso de la región con la protección de los derechos y la dignidad de los inmigrantes.​

La actitud decidida de Boston respecto a su postura ha resaltado las marcadas diferencias en las políticas migratorias de EE.UU. Mientras que el gobierno federal intenta aplicar medidas más rigurosas, ciudades como Boston abogan por su capacidad para establecer políticas que representen los principios de inclusión y diversidad que han caracterizado su identidad. Este conflicto enfatiza la necesidad de un debate nacional sobre la reforma migratoria y el balance entre la autoridad federal y los derechos de las comunidades locales.

By Angel Maria Adan

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